De vez en cuando la
inspiración te llega de golpe y no puedes hacer nada más que sentarte y
escribir, dejar que las ideas fluyan y tu alma se desahogue entre líneas,
verbos, palabras y letras.
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De vez en cuando la ansiedad
te gana y te preguntas cosas irracionales, imposibles, mágicas, confusas,
aletargadoras y estúpidas.
De vez en cuando pareciera que
el mundo conspira en tu contra y que no hay nada más por hacer que dejarte
vencer y decir renuncio a mis sueños.
De vez en cuando la vida te da
lecciones, te recuerda que no hay imposibles y que los sueños son más que
sueños, de vez en cuando la vida te dice lucha, vamos lucha! La única persona
que realmente debe creer en ti, eres TÚ, y nadie más que ¡tú!
De vez en cuando la programación
de la televisión te deja algo más que un rato divertido, te recuerda que Dios y
la vida te dejaran esos pequeños mensajes donde menos te lo esperes y donde los
puedas leer o escuchar…
Hoy aprendí que “toda historia
tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo” y este es el
momento de empezar a transformar mis sueños en algo más que sueños, es momento
de convertirlos en logros de verlos brillar.
De vez en cuando se siente un
estremecimiento en el cuerpo consecuencia de un par de ilusiones, y te das
cuenta que no siempre hay que apresurar las cosas, debemos tomarlo con calma y
analizarlo, tomar un respiro y continuar, definir claramente si en verdad es lo
que quieres o dejar que se vaya.
De vez en cuando hay personas
que dibujan una gran sonrisa en tu rostro cuando parece que las cosas van
demasiado mal, lo cierto es que esa sonrisa te recuerda que el gran autor de
sonrisas en tu rostro eres tú, que eres algo más allá de lo que vez en el
reflejo del espejo, que la vida no son solo acontecimientos fuertes, duros y
amargos, pero tampoco son felices y sencillos siempre, la vida es un matiz, un matiz
de colores azules o por lo menos yo así lo veo, me encantan los matices de azul
que mi vida puede tener, aunque de repente los azules oscuros sean demasiado
oscuros siempre habrá un toque de blanco para suavizarlos, un rayo de luna para
hacerlos brillar.
De vez en cuando te tienes que
desafiar y tienes que luchar contra ti para poder continuar, de vez en cuando
hay que tomar decisiones sobre todo aquello que queremos hacer, que queremos
lograr y cuanto vamos a invertir y sacrificar.
De vez en cuando te tomas la
paciencia de sentarte a leer la novela de tu vida y decides cambiar un poco los
capítulos, decides dar retoques por aquí y retoques por allá no puedes
modificar lo ya escrito pero si lo que puede suceder en los próximos capítulos.
De vez en cuando llorar te
sirve de mucho, se siente esa libertad del alma al dejar salir todo eso que lastima
y pesa, incluso al mundo se le encuentra una mejor perspectiva y podemos segur
transitando.
De vez en cuando te das cuenta
que hay un montón de personas en tu vida, pero son contadas las que realmente
son importantes y ocupan un lugar especial en tu corazón, descubres lo
maravillosa que es la amistad con esas personas y que tu vida no sería la misma
sin ellas, pero de vez en cuando también te das cuenta que hay personas que
lastiman pero que aun así son importantes en tu vida porque te ayudan a crecer
como persona, no estamos exentos del dolor pero es nuestra decisión dejar que
el dolor se mantenga constante y sufras o que duela de momento y crezcas.
De vez en cuando se siente una
opresión el pecho, quieres gritar, llorar y morir.
De vez en cuando pasan muchas cosas a nuestro alrededor sólo es
cuestión de sentarnos a observar, darnos la oportunidad de ver un poco más
allá.
De vez en cuando hay que
darnos un momento para respirar…
