
Desde este ángulo se tiene una vista maravillosa, los paisajes se ven más hermosos, la brisa del viento es cálida, acogedora, se siente mucha paz y uno se puede sentar a meditar y pensar sobre las cosas de la cotidianidad, sobre lo humano o lo no humano, sobre esas cosas que pasan y dejan huellas, sobre las aventuras y desventuras, sobre el amor y el desamor, sobre ángeles ...
Este lugar es perfecto...