En la cornisa de la luna

Desde este ángulo se tiene una vista maravillosa, los paisajes se ven más hermosos, la brisa del viento es cálida, acogedora, se siente mucha paz y uno se puede sentar a meditar y pensar sobre las cosas de la cotidianidad, sobre lo humano o lo no humano, sobre esas cosas que pasan y dejan huellas, sobre las aventuras y desventuras, sobre el amor y el desamor, sobre ángeles ...

Este lugar es perfecto para mi y para mi ángel ... Mi ángel que llegó a mi vida hace poco más de 10 años, llego de una manera sorpresiva, y de principio ambos nos odiábamos, era molesto que invadiera mi espacio y a él no le gustaba cuidarme me hacía bromas pesadas, me demostraba sus disgustos en el único lugar donde tenemos comunicación ... mis sueños ...

El tiempo pasaba y mi soledad crecía, me sentía en el fondo de un abismo, no podía salir, mis alas estaban lastimadas para soportar el vuelo, sentía que el abismo se hacía cada vez más grande, más profundo, cada vez me sentía más herida, más sola y olvidada, una noche en la que sentía que ya no podía más, cuando sentía que las fuerzas me abandonaban, recuerdo haberme quedado dormida llorando, y sentí un abrazo cálido, tierno, alguien acariciaba mi cabello y me decía al oído no llores, no te desesperes yo TE QUIERO. Esas palabras aliviaron mi pena no completamente pero aliviaron un poco ese dolor, sentí que podía volver a creer y que era capaz de retomar los estribos de mi vida, que podía volver a volar y sentí que había alguien que volaría a mi lado.

Dos noches después se presento en mis sueños, con esa imagen ruda, pero esta vez apacible, con esos ojos que expresaban digusto ahora llenos de ternura, me miró tiernamente, se acerco a mi y me tomó la mano, sonrió y me dijo vamos a la cornisa de la luna, no opuse resistencia, me sentía segura. Cuando llegamos, me tomó por los hombres y señalo el mundo y me susurro al oído todo eso puede ser tuyo, busca tu camino, toma las armas necesarias y has que ese mundo de sueños que tienes enfrente sea tuyo, totalmente tuyo, por un momento dudé y en ese momento el apretó mis hombros y me dijo con voz firme no dudes, no temas, yo te acompañare en esa travesía, lo miré y sonreí, sólo recuerdo que platicamos largo rato por vez primera y sin demostrarnos odio, esa noche ambos nos pedimos disculpas, tuvimos una "reconciliación"... Esa noche en la cornisa de la luna el dijo yo soy tu ángel, por azares del destino o capricho de alguien superior, me toca protegerte, me llamo Vlad y de aquí en adelante estaré a tu lado hasta que sea tiempo de partir, desde hoy y hasta entonces tu eres mi víctima favorita.

Ya han pasado 10 años desde entonces, es cierto ha estado conmigo en los buenos y los malos momentos, ha celebrado conmigo mis triunfos y me ha consolado en mis derrotas, es quién me da ánimos para seguir cuando siento que el mundo se viene encima, es quién seca mis lagrimas cuando me siento sola o cuando el alma necesita descansar, es quién me abraza por las noches y quien dice TE QUIERO cuando necesito escucharlo, es cierto de repente pierde la paciencia con mis interrogatorios pero hasta hoy no me ha abandonado, me ha cuidado y me acompaña como dice él hasta que el tiempo de partir llegue. Hay días en los que desaparece y hay otros tantos en los que pierdo la paciencia con el mundo real, y el aparece con una sonrisa y una mirada tierna, en otras con una sonrisa y una mirada irónica, pero ahí esta siempre para mi, para escucharme, consolarme y alentarme ...